Presentación

La Universidad, como institución fundamental de toda sociedad compleja, no desarrolla sus actividades en un contexto de inmunidad y pasividad en relación con la constelación de acciones que la realidad produce y que también terminan influyendo en ella. La Universidad no puede permanecer ni atónita ni perpleja frente a los cambios que también la afectan y que muchas veces ella misma contribuye a producir e impulsar.

La Universidad es en sí una expresión de dimensiones variadas que serían completamente incomprensibles si ellas fuesen apartadas de su contexto material y – aún más específicamente – de su entorno territorial. Por ello, la Universidad, además de promover un diálogo académico interno y endógeno, debe cumplir con la misión de favorecer un vínculo permanente y de calidad con la sociedad en la cual se inscribe.

La Universidad tiene, por lo tanto, una gran responsabilidad; responsabilidad que parte por una actitud de observación honesta y atenta que permita descubrir los aspectos esenciales del territorio con el cual se va a relacionar, construyendo, complementariamente, los códigos y significaciones que harán permanente este diálogo.

Esta responsabilidad se amplifica cuando las instituciones universitarias son públicas, puesto que su naturaleza las obliga a la provisión de cierto tipo de “bienes” diferenciados, cuyo propósito deliberado debe ser favorecer el que los ciudadanos puedan, a través de estos bienes, mejorar la sociedad en la que viven, ofreciéndoles posibilidades reales de resolver sus problemas, así como de modificar su entorno social y personal.

Pero en este desafío, la relevancia del nivel territorial no puede ser desconocida. Los intereses prácticos de lo territorial, el carácter de sus actores, la dimensión de la convivencia allí presente, la naturaleza de sus demandas, entre otros aspectos, ponen de manifiesto que nos encontramos frente a una dimensión que obliga a las universidades a desarrollar iniciativas de Vinculación con el Medio que pongan esta díada del territorio y la sociedad en un contexto de valor que refuerce su importancia, su carácter estratégico y su potencialidad como factor de cohesión o fragmentación.

Es en este marco que las universidades de Los Lagos (ULagos), Tecnológica Metropolitana (UTEM) y de Valparaíso (UV), han programado una Escuela de Verano que, más allá de sus actividades permanentes de docencia e investigación en éste u otros campos, se orienta, a través de la puesta en práctica de una política de Vinculación con el Medio y de Responsabilidad Social Universitaria, a favorecer un diálogo con la sociedad sobre un conjunto de fenómenos que hoy nítidamente están reconfigurando la idea tradicional que nos hemos hecho del concepto de territorio.

El contexto de esta Tercera Escuela está también determinado por el proceso deliberativo que se ha iniciado en nuestro país en materia constitucional, y, por ello, la importancia de contribuir a este desafío que nos involucra y nos compromete. La propia idea de sociedad y la representación que nos hacemos del territorio como espacio práctico de existencia estarán, sin lugar a duda, muy presentes en la discusión que los(as) chilenos(as) daremos en los próximos meses y, por ello, la relevancia de su adecuada puesta en valor como pilares de reflexión.