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El joven alemán, de 16 años, decidió viajar más de 12 mil kilómetros para realizar una pasantía escolar en el Programa de Prospectiva e Innovación Tecnológica (ProteinLab) de la UTEM.

Cuando a Luciano Prassat, estudiante de décimo grado del Colegio Reformschule de la ciudad de Kassel, en Alemania, le dijeron que debían realizar un taller práctico durante tres semanas fuera de las aulas, de lo único que estaba seguro es que quería alejarse de la comodidad de su casa, para buscar nuevos aprendizajes en cualquier parte del mundo, aunque existiera alguna barrera idiomática.

A su corta edad (16) tenía muy claro que “no quería permanecer en mi misma ciudad porque quería vivir una experiencia diferente e inolvidable, donde tuviese que estar sin mis padres al lado. Por eso, creo que Chile era un buen destino, debido a que tengo familiares en Santiago –su madre es chilena– donde me podía quedar durante mi práctico”.

El hermano de su mamá fue quien terminó por convencer a Luciano que arribara a nuestro país, tras presentarle el sitio web de ProteinLab, un lugar de tecnología e innovación para el diseño de productos que desarrolla sus labores en la Universidad Tecnológica Metropolitana.

“Mi tío es amigo de Héctor Torres, Director de ProteinLab. Él Habló con Héctor y me dijo que no tendrían inconvenientes para recibirme y hacer el práctico que exige mi colegio. Me pareció súper interesante venir hasta acá después de ver los proyectos, el enfoque y las áreas de acción en la página web”, comentó.

Una escuela inigualable

 Entre el 25 de marzo y el 12 de abril, el estudiante alemán estuvo realizando labores de diseño arquitectónico, ya que le encomendaron la tarea de crear, mediante un software, elementos de interior para un prototipo de vivienda, los cuales eran impresos en las impresoras 3D y, en caso de ser necesario, cortados con láser.

Estas labores le fueron muy útiles en cuanto a sus futuros intereses, ya que asegura estar interesado en la arquitectura. Sin embargo, estos estudios superiores los realizará en su país porque, entre sus planes, no figura retornar a Chile para vivir, sino que solo para disfrutar de las bondades turísticas de nuestro país.

De todas formas, Luciano hace un balance totalmente positivo por el enriquecimiento personal y académico que le deja esta experiencia en nuestro país y, principalmente, en la UTEM.

“Estoy ansioso de contarle a mis compañeros la gran experiencia de trabajo que tuve en ProteinLab, participando de un proyecto interesante con personas muy simpáticas, entretenidas y amables, a quienes les agradezco mucho porque me enseñaron a crear cosas sencillas, pero útiles. Además, Chile es muy bonito. Por todo eso, definitivamente fue mucho mejor que quedarme en Kassel”, sentenció Prassat.

Fuente: noticias.utem.cl