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Por Bernardo Gárate Pizarro
Programa Tecnológico del Envase (PROTEN)
Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM)

Es sabido que en Chile tienen vigencia reciente importantes avances regulatorios orientados a disminuir o minimizar la generación de desechos en general, con particular impacto en aquellos que son de materiales plásticos, y también a favorecer las iniciativas de reciclaje. Si bien este tipo de regulaciones no son novedad en los países europeos y en otros países desarrollados, lo son en los países de la región. Chile es uno de los que lleva la delantera, con la promulgación de la Ley REP en 2016 y la norma que prohíbe el uso de bolsas plásticas en el comercio en 2018.

La puesta en marcha de estos cuerpos regulatorios ha generado un gran impacto en la industria de envases y embalajes, particularmente en el ámbito de los envases plásticos, siendo bien conocido que incluso significó la intervención del Tribunal Constitucional.

La instalación regulatoria descrita no ha terminado todas sus etapas en el país. Sin embargo, en el ámbito internacional continúa profundizándose la iniciativa normativa en la materia, hecho de alto interés para Chile. Esto está lejos de terminar. La industria local debe poner máxima atención a estos procesos para, esta vez, hacer una acompañamiento oportuno y coordinado frentea la probable irrupción de nuevos cuerpos regulatorios restrictivos.

Según informes sobre esta problemática, ampliamente valorados por el Parlamento Europeo, más del 80% de los desechos marinos son plásticos. Considerando que su degradación no ocurre o es en extremo lenta, los desechos plásticos se acumulan en mares, océanos y playas, siendo ingeridos por todo tipo de fauna marina, tales como aves, mamíferos, reptiles y peces, lo que se estima debe detenerse sin más esperar. Entonces el objetivo de las nuevas regulaciones sería prevenir y reducir el impacto de los desechos plásticos en el medio ambiente, lo que obligará a los fabricantes a incrementar en forma significativa el reciclaje y a los consumidores optar por alternativas menos contaminantes.

De acuerdo a esto, el Parlamento Europeo tiene en análisis y discusión un nuevo cuerpo regulatorio que para el año 2021 prohibiría el uso de productos plásticos de un solo uso. Dentro de esta lista se puede detallar muchos productos plásticos que son de uso cotidiano, como platos, cubiertos, vasos, frascos y botellas, potes y bandejas termoformadas, y varios otros productos de similar naturaleza, que solo tienen un uso, entre los cuales los envases son parte importante. En esta lista también se incluye a los productos de plástico oxo-degradable y los productos de poliestireno expandido.

Para los productos plásticos de un solo uso que no tengan alternativas, se propone que para el 2025 el uso se reduzca a menos del 25 por ciento. En el caso de las botellas para bebidas, se contempla su recolección por separado, y para el 2025 su reciclaje tendrá que alcanzar el 90%. Estas regulaciones en este momento están en su fase de redacción final y, de no haber otros aspectos que considerar, debieran aprobarse para su implementación.

Como se puede concluir, la regulación europea sigue su avance continuo hacia un escenario de mayores regulaciones y exigencias que, además, deben ponerse en vigencia en fechas muy próximas. En razón al gran avance que ya tienen los países de Europa en temas de minimización, recolección, reutilización, reciclaje de desechos, responsabilidad extendida al productor, entre otras, el plazo considerado no les resulta incómodo. Por otro lado, estas mismas regulaciones se aplicarán a todos los productos que ingresen a Europa donde, por ejemplo, las exportaciones chilenas tienen gran mercado.

Como se ha dicho, este nuevo escenario regulatorio debe poner en alerta a los proveedores locales de envases y embalajes de plástico, por cuanto deberán considerar en el corto plazo estas nuevas exigencias que, de no cumplirse, pueden generar nuevos impactos a los que ya están experimentando en la actualidad.

Desde otra perspectiva, también se abre un escenario favorable para las innovaciones y las nuevas ideas de envases y embalajes, considerando el uso de plásticos biodegradables o de materiales alternativos, ratificando una vez más que el mundo de los envases y embalajes mantiene su permanente dinámica y demanda por nuevos desarrollos.

Fuente: El Mercurio