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Este martes 1 de junio se dieron a conocer las reflexiones y propuestas que surgieron de los diálogos desarrollados en el marco de las últimas dos versiones de la Escuela de Temporada de la Universidad de Chile, espacio impulsado en los años ’30 por la académica Amanda Labarca, que vincula a la Universidad con la sociedad civil, el cual fue retomado en el 2015 por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones. Los resultados de esta experiencia fueron presentados en un panel junto a representantes de los seis municipios, las ocho universidades y las más de 30 organizaciones sociales participantes.

Sintonizar con la realidad país y extender los alcances de la Universidad fuera de las cuatro paredes del aula y hacia los más diversos territorios. Estas fueron algunas de las razones que a mediados de los años 30 motivaron a la académica Amanda Labarca a impulsar las Escuelas de Temporadas, encuentros con la sociedad civil que incluían el viaje de docentes a diferentes territorios para brindar instancias de formación y diálogo ciudadano.

Sin embargo, como tantas otras instancias de participación, las Escuelas de Temporada desaparecieron tras el golpe de Estado de 1973. “Se cambió totalmente el concepto de lo que se buscaba como país, y con eso el daño que se le hizo a la educación pública fue enorme”, señaló ayer el Rector Ennio Vivaldi durante la presentación del documento con los resultados de las Escuelas de Temporada 2020 y 2021, instancias que fueron recién recuperadas el 2015 por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, liderada por la periodista Premio Nacional de Periodismo, Faride Zerán.

“En estos años hemos ido revirtiendo esos daños, al igual que estamos recuperando el canal público de nuestra Universidad. Es obvio que otro país ha empezado a emerger, que quiere enfrentar con la frente en alto otro futuro, otro modelo de sociedad”, apuntó el Rector de la U. de Chile.

A su vez, la vicerrectora Faride Zerán, destacó el carácter descentralizador de las Escuelas de Temporada, cuya “misión de compartir con las comunidades y construir con ellas un nuevo conocimiento” cobra un nuevo sentido en el actual momento constituyente.

Es por esto, que tras el estallido social de 2019, la VI Escuela de Temporada 2020 -realizada entre el 20 y 25 de enero de ese año– se volcó a los territorios para recoger el sentir ciudadano en asambleas territoriales y cabildos que se desarrollaron en colaboración con seis municipios (La Pintana, Recoleta, Independencia, Peñalolén, Renca y San Antonio), y que fue el último encuentro presencial que desarrolló la Universidad de Chile con la comunidad, antes de que la pandemia llegara a Chile.

A pesar de la crisis sanitaria, la VII Escuela de Temporada 2021 se desarrolló de todas maneras y aprovechando su carácter virtual, se organizó en conjunto con otras universidades del Consorcio de Universidades del Estado (CUECH) a lo largo del país. La Universidad Arturo Prat, la Universidad de Santiago, la Universidad de Valparaíso, la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Red Patagonia Cultural -que reúne a la U. de los Lagos, la U. de Aysén y la U. de Magallanes- aceptaron el llamado de la U. de Chile, y convocaron a más de 30 organizaciones sociales que participaron en cinco intensas jornadas de diálogos, asambleas y talleres.

En el panel de ayer, se socializaron los resultados -reflexiones y propuestas- de ambos encuentros bajo el título “Diálogos comunitarios para una nueva Constitución”, actividad que contó con los saludos de rectores y autoridades de vinculación con el medio de las universidades invitadas a la última edición: Óscar Garrido, rector de la U. de los Lagos, Osvaldo Corrales, rector de la U. de Valparaíso; Juan Oyarzo, rector de la U. de Magallanes, Pedro Buc, vicerrector de Investigación e innovación de la U. Arturo Prat, Mario Torres, vicerrector de la Transferencia Tecnológica y Extensión de la UTEM, Camila Ramos, directora de Vinculación Estratégica de la Usach y Miguel Pérez, director de Vinculación con el Medio de la U. de Aysén.

Posteriormente, la directora de Extensión de la Vexcom, Svenska Arensburg, moderó el panel que comenzó con la intervención de la académica Ximena Póo, ex directora de Extensión, quien destacó la importancia de las Escuelas de Temporada como herramienta para recoger las demandas y sueños de la ciudadanía desde una perspectiva interseccional.

“En estos años han pasado más de 10 mil personas por las Escuelas de Temporada y en todas se fue haciendo cada vez más clara una mirada antisexista, antiracista y antineoliberal, que va en la línea de las Cátedras de Derechos Humanos, de Racismo y Migraciones Contemporáneas y de género Amanda Labarca que existen en nuestra Vicerrectoría y que proponen un discurso que va en contra de ese sistema depredador que nos tenía arrinconados como sociedad”, señaló Ximena Póo. “No hubo jornada en que no termináramos emocionadas porque lo que se reconstruye en las Escuelas también son las confianzas perdidas”, agregó.

El alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, participó como representante de los gobiernos locales que colaboraron en la edición del 2020 y subrayó el trabajo que han realizado estos apoyando la discusión en cabildos territoriales y a través de la promoción de una encuesta ciudadana realizada en diciembre de 2020, donde participaron 2 millones y medio de personas.

“Queremos seguir apoyando la educación cívica y el diálogo porque lo que está claro es que el proceso constituyente debe seguir escuchando a las personas. Es fundamental que el reglamento de la convención constitucional se elabore en concordancia con lo que piden los territorios”, agregó el alcalde Durán.

De cara a la sociedad civil

La segunda parte del panel estuvo dedicada a conocer las reflexiones surgidas de la VII Escuela de Temporada, realizada entre 18 y el 22 de enero de 2021. “Muchos tenemos la sensación que Chile aún no entiende lo que tiene en Aysén y en el resto de los territorios, sobre todo en sus zonas más extremas. Esta carencia de identidad país, sin duda, se ve aplacada por iniciativas como las Escuelas de Temporada”, señaló Magdalena Rozas, ambientalista, gestora cultural y actual directora de la Escuela de Música y Artes integradas de Coyhaique. “Esta posibilidad de conversar e integrarnos espero que sea permanente. Estas Escuelas significan reflexión, capacidad de encontrarnos, de recuperar la capacidad de entendernos y de creer”, agregó la defensora del agua.

En tanto, Pablo Cottet, académico responsable del Laboratorio Interdisciplinar de Estudio en Controversias Constituyentes de la Universidad de Chile, quien estuvo a cargo de las sistematizaciones de ambas escuelas, resumió los desafíos por delante en cinco puntos cruciales.

“Entre académicos y participantes de los diálogos se coincidió en que es importante la descentralización -un Chile diverso-, que haya transparencia en el acceso a la convención -se habló de revocabilidad y movilización-; que exista pluralismo -todas las diferencias culturales deben concurrir a este momento constituyente-; se debe poner énfasis en los derechos fundamentales, como son los derechos humanos, de género y en el derecho al agua -se debe terminar con la sociedad patriarcal-; y debe existir autonomía -no puede haber titulajes, es el momento de los diálogos horizontales”, enfatizó.

“Lo que recoge la Escuela como deber universitario es enfrentar el actual momento de cara a la sociedad civil con iniciativas como estas que defiendan el flujo entre los saberes universitarios y comunitarios”, cerró Pablo Cottet.

Fuente: www.uchile.cl

 

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